Es muy importante que los erizos que se desean usar para la cría (el macho y la hembra) no estén emparentados entre sí. La consanguinidad es la relación de sangre entre dos erizos, o sea, que sean madre e hijo, o hermanos, etc., o cualquier relación posible entre ellos. No es nada aconsejable que se reproduzcan dos erizos que tengan algún tipo de parentesco entre sí, ya que pueden sufrir diferentes problemas de salud, malformaciones, problemas hereditarios, incluso la muerte.
Es recomendable que el apareamiento pase al menos hasta los 6 meses de edad. El desarrollo sexual de los erizos, es levemente diferente para los machos y para las hembras ya que los machos se desarrollan sexualmente a las 7-9 semanas y las hembras unas semanas más tarde, aproximadamente a las 10-12 semanas de vida. Es por ello, que antes de este tiempo, deben estar separados machos y hembras y no deben reproducirse hasta que tengan ambos al menos 6 meses de vida. Con esa edad ya sin son maduros y están perfectamente preparados para reproducirse. Si se hace antes, lo más probable es que no tenga éxito la cría, que la madre abandone a las crías si llegan a nacer, o que incluso ella misma las mate, siendo posteriormente algo difícil recuperar instinto maternal natural.
Después de que una hembra haya tenido una camada de erizos, es recomendable que no vuelva a tener otra, al menos hasta que pasen unos tres meses, contando a partir de que se le hayan separado las crías. Si no se respetan estos tiempos, se puede causar un agotamiento físico en la madre y provocarle cierto estrés, de manera que, además del deterioro físico que suponen para ella, puede que las siguientes crías nazcan algo débiles, en malas condiciones o que incluso la madre nos las cuide. Por todo lo anteriormente contado, se recomienda que una eriza no tenga más de 2 camadas al año.
Las erizas hembras tienen el celo durante todo el año, 9 días seguidos y luego 7 de descanso, así repetidamente durante todo el año. Aún así, la mejor época de apareamiento es cuando hace calor.
La camada del erizo es desde uno hasta 10. Las crías, que nacen con los ojos cerrados, desnudas y de un color rosáceo y con espinas blandas. Miden en ese momento de 6 a 9 cm y pesan de 11 a 25 grs. Sus ojos comienzan a abrirse pocas semanas después, y su piel comienza a oscurecer al pasar una semana. Es importante que no toquemos a los bebés del erizo en sus primeras semanas de vida puesto que los erizos tienden, como los hámster, al canibalismo. Si se tiene que mover por algún motivo, es recomendable hacerlo con una cuchara sopera, pero nunca tocarlos con las manos. Mamarán durante unos 20 días. A los 20 días (o antes) empiezan tomando algo de alimentación sólida y dejan de mamar paulatinamente y a partir de las 5 ó 6 semanas se pueden independizar. Un erizo es joven hasta los tres meses de vida y enseguida se adaptará a la cautividad.